miércoles, 8 de julio de 2020

CARTEL EL POBRE. VÉLEZ MÁLAGA 2020. Jueves Santo.

Técnica mixta sobre tabla: óleo, spray, acrílico y grafito. 120 x 80 cm.

"Así como las abejas van al jardín oloroso, nosotros vamos a María, gratísima fragancia de virtudes, “lirio entre espinas”

La Virgen de la Esperanza como motivo principal, en una composición que tiende a la triangularidad, clave de la geometría y base de la sección áurea. Sintetiza la unidad del ser, como producto de la unidad del cielo y de la tierra.

La Virgen, vestida con los colores propios de la Hermandad, el Verde y el burdeos en un perfil a tres cuartos, potenciando el movimiento y la delicadeza que la imagen presenta. Sobre ella, una diadema, de rayos biselados, símbolo de nobleza o dignidad, tras un fondo neutro, con una sombra paralela, dando un efecto tridimensional, donde se aprecia la silueta del pueblo de Vélez Málaga, bajo un atardecer, en tonos malvas y rosas. Aparece enjoyada, imitando estampas antiguas, recuperada en la actualidad.

El manto, imita una tela adamascada, con motivos eucarísticos, dejando ver uvas, en alusión al Jueves Santo, día en el que procesiona y en el que se celebró la última cena. A su vez, recuerda al manto de flores naturales que cada cinco años porta la Santísima Virgen. Alude a la devoción popular del pueblo, del que emanan tallos de claveles, ofrenda que realiza para la ocasión. Sobre él, se posan numerosos insectos, que tienen un carácter simbólico o espiritual. Una libélula, relacionada con la paz y la belleza, vuela alrededor de las fuentes. La Virgen es fuente de vida y salud inagotable. Una Abeja, símbolo de cristo como luz del mundo y también la prosperidad, el trabajo en equipo, relacionado con la propia Hermandad. En la parte inferior, vemos como el bordado representa un atardecer en tonos rosas y cálidos, que a su vez se funde con una corona de espinas sobre la que posa un Jilguero. Estas aves, conocidas por alimentarse de cardos y espinas, que hacen referencia a la corona de espinas de Jesús. Por este motivo, el niño Jesús es representado a veces en el arte sosteniendo un jilguero, presagiando su Pasión y muerte en la cruz. La mirada de la Virgen, se dirige hacia una mariposa, símbolo de la Resurrección.

Toda la obra, se presenta enmarcada sobre un fondo blanco, a modo de estampa, depositado sobre una pared, con sombra pararela, en forma de "trampantojo" potenciando su función como cartel anunciador y aplicable a cualquier fachada. Sobre marco, es escrita la tipografía, que como cartel, recibe gran importancia.


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